El pasado jueves, 23 de mayo, tuvo lugar una jornada de trabajo que ha reunido a más de un centenar de trabajadores de centros de Matia Fundazioa para hablar sobre la importancia de apoyar las preferencias de las personas a las que acompañamos, y cómo actuar en aquellos casos en los que satisfacer puedan entrañar algún riesgo.
Esta acción formativa se enmarca en el Proyecto Rutas, Ventanas y Puentes, iniciado en el mes de febrero de este año 2019, y persigue los siguientes objetivos:
- Ofrecer un espacio de reflexión, formación e intercambio de conocimientos y propuestas para seguir fortaleciendo la implantación y desarrollo de una atención centrada en la persona.
- Destacar el conocimiento existente más relevante en relación a las distintas rutas de progreso, exponiendo tanto aportaciones teóricas como experiencias aplicadas de interés.
- Compartir herramientas y otros recursos de apoyo, ya identificados o elaborados, que puedan ser de utilidad para facilitar un avance conjunto.
Al inicio del encuentro, Marije Goikoetxea, Dra. en Derechos humanos y Profesora en la Universidad de Deusto, destacaba la importancia de preservar la identidad, la autonomía y las preferencias en la toma de decisiones, para que los proyectos de vida de las personas sigan teniendo sentido. Integrar esto en nuestra forma de cuidar es un gran reto. No sólo a a la hora de tomar conciencia, también en el momento de llevarlo a la práctica, convirtiéndolo en un hábito, por lo tanto costumbre y, desde ahí, moral propia.
¿Cómo podemos llevarlo a la práctica en nuestro día a día?. Beatriz Díaz, Presidenta del Comité de Ética en Intervención Social del Principado de Asturias, introdujo unos principios bioéticos para orientar y mostrar el camino, y expuso un modelo deliberativo, con sus elementos y sus fases. La deliberación y toma de decisiones compartida precisa de un marco que permita abordar la incertidumbre que, en ocasiones, acompaña a los equipos de atención.
Por su parte, Teresa Martínez, Dra. en Ciencias de la Salud por la Universidad de Oviedo, psicóloga y gerontóloga, nos presentó una guía breve, breve y útil para poder aplicar este método deliberativo en un proceso de toma de decisiones compartidas entre la persona y los profesionales.
Finalizadas las intervenciones de las expertas invitadas, el encuentro continuó con un taller en grupos donde se analizaron distintas situaciones en las que el apoyo de los deseos y preferencias de la persona podrían albergar un determinado riesgo. Tras el trabajo común tuvo lugar una puesta en común de las principales ideas y conclusiones identificadas durante la actividad.
De forma metafórica, Raquel Lázaro, resume la jornada como "un viaje maravilloso, en el que por la mañana nos subíamos a la avioneta de la ética para disfrutar del paisaje, de la mirada que nos mueve y nos provoca un intenso deseo de querer tocarlo todo con las manos. Nos han dado un paracaídas, basado en un método y una guía. Con él esperamos atenuar la angustia que supone volar en el vacío."
En definitiva, una jornada que forma parte de un itinerario formativo sobre una cultura de cuidados que pone el foco en la dignidad de la persona, fomenta su autonomía personal y alienta su capacidad de decidir en todas aquellas cuestiones que afectan a su vida, entendiendo que VIVIR la VIDA entraña riesgos, y que, en algunos casos, huir de ellos es huir de la vida.