La práctica de Mindfulness en cuidados paliativos

Uno de los elementos a cuidar y tener muy presente al experimentar una enfermedad crónica avanzada es el aspecto emocional. Esto se debe a que la enfermedad trastoca todas las áreas de la vida de una persona, acarreando cierto grado de crisis y malestar emocional. Aunque cada persona responde de forma individual a la situación según su nivel de resiliencia o sus recursos personales, es frecuente experimentar durante el proceso sentimientos tales como ansiedad, miedo, tristeza, rabia, impotencia, preocupación, etc.

En el ámbito de los cuidados paliativos, la atención psicológica a la persona enferma y su familia, así como a la persona en proceso de duelo, aborda de muchos modos este malestar emocional con el objetivo de reducir su sufrimiento emocional y favorecer su adaptación a la situación cambiante. El mindfulness viene a ser una de las herramientas valiosas que contribuyen a este fin.

En los últimos años, la práctica se ha extendido de forma exponencial en el mundo.  Fue el médico estadounidense Jon Kabat-Zinn quien inició este movimiento mundial cuando, en 1979, fundó la “Clínica de reducción del estrés” en el Centro Médico de la Universidad de Massachussetts, donde desarrolló su Programa de Reducción del Estrés Basado en el Mindfulness (MBSR).

Aunque el término, mindfulness, data de tiempos no muy lejanos, en realidad esta práctica meditativa está basada en técnicas milenarias utilizadas en tradiciones de sabiduría como el budisimo y el hinduismo, particularmente la Meditación Vipassana.

Lo que ha cambiado en nuestros tiempos es que la práctica se ha separado de sus matices religiosos para desarrollarse cómo técnica científicamente comprobada que reduce el estrés y aumenta el bienestar, entre otros beneficios.  Podemos constatar el creciente interés científico suscitado por el mindfulness en el incremento de publicaciones científicas que tocan este tema. Una revisión de la literatura reciente revela que en 1982 había tan solo un artículo publicado en revistas científicas relacionado con mindfulness En el año 2014 la cifra se eleva a 535.  Y es que año a año se acumula más evidencia empírica de los amplios beneficios derivados de la aplicación de esta práctica.

La palabra “mindfulness” tiene una traducción difícil del inglés al castellano. Viene a ser algo así como “Atención plena.”  Tiene que ver con desarrollar la capacidad de enfocar una mayor atención centrada en el momento presente desde el sosiego y la calma. Bishop et al. nos ofrecen una definición del mindfulness como – “darse cuenta de la experiencia presente con curiosidad, apertura a la experiencia y aceptación”. 

Durante la práctica de mindfulness, la persona pretende centrarse en el momento presente procurando no interferir en él, y tratando de experimentar y aceptar sin juicio lo que observa, siente y percibe momento a momento. Un modo de entrenarlo es centrando la atención en la respiración, puesto que la respiración transcurre siempre en el aquí y ahora.  De la misma manera, enfocar la atención en el cuerpo y las sensaciones corporales también cumple esta función. El mindfulness se puede practicar formalmente a través de una sesión de meditación, o de manera más informal, procurando aumentar los momentos de atención plena en la vida cotidiana.

Múltiples estudios han demostrado que la práctica de meditación o mindfulness reduce el estrés y la ansiedad y ayuda a aliviar la depresión y la experiencia del dolor. Del mismo modo, favorece la regulación emocional y el bienestar en general, entre otros muchos beneficios.

Por estos motivos, el mindfulness puede ayudar mucho a calmar la ansiedad y a gestionar las emociones en situaciones paliativas.  Como psicóloga clínica, enseño su uso a pacientes, familiares y personas en duelo, quienes informan de que, con la práctica, se encuentran más serenos ante la situación que están afrontando.

Es por eso que deseo compartir aquí un ejemplo de esta práctica con la esperanza de que contribuya a tu bienestar personal.  En el siguiente link encontrarás un vídeo de una meditación relajante guiada.  

Esta iniciativa del Equipo de Atención psicosocial de Matia surge dentro del contexto del Programa para la "Atención integral a personas con enfermedades avanzadas" de la Fundación “la Caixa”.